Retención de dividendos por países en 2025

Cuando hablamos de invertir en acciones internacionales, los dividendos son una parte clave del retorno total, junto con las ganancias que se obtienen al vender esos títulos. Ahora bien, no todo es tan directo como suena: los impuestos pueden jugar un papel importante a la hora de calcular la rentabilidad real. Y aquí entra en juego un factor que muchas veces pasa desapercibido al principio: la retención de dividendos por países.

Cada Estado tiene su propia normativa fiscal y decide qué parte del dividendo se queda en origen, antes de que llegue al bolsillo del inversor. A esto hay que sumarle lo que toca pagar en España, donde los dividendos tributan dentro de la base del ahorro, con tipos que en 2025 van del 19% al 28%, según el tramo. Aunque existen acuerdos internacionales para evitar la doble imposición, lo cierto es que la práctica no siempre es sencilla. Requiere papeleo, tiempos de espera, y un buen conocimiento de cada país.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de la retención de dividendos por países en 2025?

En pocas palabras, es el porcentaje que descuenta automáticamente el país de origen de la empresa antes de que el inversor vea un solo euro del dividendo. Es decir, se trata de una retención en la fuente, y es el primer paso fiscal que afecta a esa rentabilidad que parecía tan clara sobre el papel.

Veamos un ejemplo para ponerlo en contexto. Si una empresa alemana reparte un dividendo de 100 €, el Estado alemán aplica una retención del 26,375% (que incluye un recargo solidario), así que el inversor recibirá 73,62 €… y eso antes de pagar impuestos en España. En cambio, si el dividendo viene de una compañía británica, llega íntegro, sin retención en origen.

La diferencia es obvia. Y en un año, con varios dividendos de por medio, puede traducirse en un puñado de puntos porcentuales más —o menos— de rentabilidad neta. De ahí la importancia de tener claro cómo funciona la retención de dividendos por países en 2025.

¿Y qué pasa en Europa?

En el entorno europeo, la diversidad fiscal es enorme. Incluso entre países vecinos hay diferencias considerables. Estas son algunas de las retenciones que se aplican en origen durante 2025:

  1. España: 19%
  2. Alemania: 26,375% (incluye un 5,5% de recargo solidario sobre la tasa base del 25%)
  3. Francia: 30%
  4. Reino Unido: 0% (no hay retención en la fuente para los dividendos en origen)
  5. Italia: 26%
  6. Holanda (Países Bajos): 15%
  7. Dinamarca: 27% (puede llegar al 15% según convenios fiscales)
  8. Noruega: 25%
  9. Bélgica: 30%
  10. Portugal: 28%
  11. Estados Unidos: 30% (puede reducirse al 15% con el formulario W-8BEN, dependiendo del tratado fiscal)

 

Es importante recalcar que estas tasas corresponden a las retenciones en origen, aplicadas por el país donde la empresa distribuidora de dividendos tiene su sede. Para los inversores internacionales, la correcta gestión de las retenciones y la aplicación de los tratados fiscales puede marcar una gran diferencia en los rendimientos finales.

Como ves, el abanico es amplio: desde el 0% británico hasta el 30% belga o francés. Esta disparidad obliga al inversor a mirar más allá del dividendo en sí. La retención de dividendos por países en 2025 puede hacer más atractivo un mercado frente a otro, según el impacto fiscal que tenga en la cartera.

Y en América, ¿cómo se presenta el panorama?

En Estados Unidos, el estándar es una retención del 30%. Pero si el inversor español presenta el formulario W-8BEN, esta se puede reducir al 15% gracias al convenio fiscal bilateral. Un trámite sencillo, pero que marca una gran diferencia si se hace bien.

En América Latina, la cosa también es muy dispar:

  • México: aplica una retención del 10%.
  • Brasil: actualmente no retiene dividendos, aunque su normativa puede cambiar.
  • Chile: la retención puede llegar hasta el 35%, aunque existen convenios que permiten ajustes.

 

Por tanto, la retención de dividendos por países en 2025 en el continente americano requiere analizar cada caso por separado. No hay una regla que valga para todos.

¿Se puede recuperar lo que ya se ha retenido?

Esta es una de las grandes preguntas. Porque sí, muchas veces se puede recuperar parte de esa retención en origen, pero no siempre es automático ni sencillo.

En España, la ley permite deducir los impuestos pagados fuera, pero solo hasta el límite marcado por los convenios internacionales. Si la retención en el país de origen supera ese límite, toca reclamar directamente a la administración extranjera. Y eso implica formularios, certificados de residencia fiscal y, en algunos casos, bastante paciencia.

Algunas estrategias útiles para gestionar esto en 2025:

  • Presentar el W-8BEN en EE. UU. para que no se te aplique el 30%.
  • Solicitar devoluciones parciales en países como Alemania o Francia.
  • Invertir mediante fondos o ETF que ya gestionan internamente estas devoluciones.
  • Dedicar tiempo a gestionar bien la retención de dividendos por países puede mejorar la rentabilidad de tu cartera varios puntos al año. No es un detalle menor.

¿Y qué pasa con Hacienda aquí?

Más allá de lo que retengan en el extranjero, los dividendos tributan en España como parte de la base del ahorro. Los tramos para 2025 son los siguientes:

  • 19% hasta 6.000 €.
  • 21% entre 6.001 y 50.000 €.
  • 23% de 50.001 a 200.000 €.
  • 27% de 200.001 a 300.000 €.
  • 28% a partir de 300.001 €.

 

Como decíamos, puedes deducirte parte del impuesto pagado fuera, pero sin pasarte del tope que marca el convenio. Si no se hace correctamente, es fácil acabar pagando de más. Por eso, entender bien cómo funciona la retención de dividendos por países y cómo se declara en España es tan importante.

Estrategias para reducir el impacto fiscal

No se trata solo de elegir buenas acciones, sino también de invertir con cabeza. Aquí van algunas ideas para sacar más partido a la fiscalidad en 2025:

  • Consultar los convenios de doble imposición antes de invertir en otro país.
  • Apostar por mercados con baja retención en origen, como Reino Unido o Hong Kong.
  • Asegurarte de presentar los formularios necesarios (como el W-8BEN en EE. UU.).
  • Diversificar geográficamente para suavizar el impacto de países con retenciones altas.
  • Contar con un asesor especializado que te ayude a ajustar la estrategia fiscal según tu perfil.

 

Un inversor bien informado no solo mira los números brutos. Mira el neto, lo que realmente acaba en su cuenta. Y ahí, la retención de dividendos por países en 2025 puede marcar una diferencia importante.

José Sellés, tu asesor financiero en Mallorca

Invertir fuera de España abre un mundo de posibilidades. Pero también exige estar al tanto de la normativa de cada país, especialmente cuando se trata de impuestos. La retención de dividendos por países es uno de esos detalles que, si se descuida, puede restar bastante rentabilidad a la inversión global.

En José Sellés, asesor financiero en Mallorca, trabajamos contigo para que tu cartera internacional tenga el rendimiento que merece, sin sobresaltos fiscales. Si te interesa optimizar la fiscalidad de tus inversiones y aprovechar al máximo los convenios existentes, estaremos encantados de ayudarte.

Hablemos. Porque invertir con claridad también es invertir con confianza.

José Sellés
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